Me ha llamado la atención un fragmento del libro "El libro del desasosiego", de Fernando Pessoa, y no he resistido la tentación de incorporarlo a mi blog y comentar algunas de sus afirmaciones más polémicas. El texto es el siguiente:
"
El mundo es de quien no siente. La condición esencial para ser un hombre
práctico es la ausencia de sensibilidad. La
cualidad principal en la práctica de la vida es aquella cualidad que conduce a
la acción, esto es, la voluntad. Ahora bien, hay dos cosas que estorban a la
acción –la sensibilidad y el pensamiento analítico, que no es, a fin de
cuentas, otra cosa que el pensamiento con sensibilidad. Toda acción es, por
naturaleza, la proyección de la personalidad sobre el mundo exterior, y como el
mundo exterior está en buena y en su principal parte compuesto por seres
humanos, se deduce que esa proyección de la personalidad consiste esencialmente
en atravesarnos en el camino ajeno, en estorbar, herir o destrozar a los demás,
según nuestra manera de actuar. Para actuar es necesario, por tanto, que no nos
figuremos con facilidad las personalidades ajenas, sus penas y alegrías. Quien
simpatiza, se detiene. El hombre de acción considera el mundo exterior como
compuesto exclusivamente de materia inerte –inerte en sí misma, como una piedra
sobre la que se pasa o a la que se aparta del camino; o inerte como un ser
humano que, por no poder oponerle resistencia, tanto da que sea hombre o
piedra, pues, como a la piedra, o se le apartó o se le pasó por encima. El máximo
ejemplo de hombre práctico, por reunir la extrema concentración de la acción
junto con su importancia extrema, es la del estratega. Toda la vida es guerra,
y la batalla es, pues, la síntesis de la vida. Ahora bien, el estratega es un
hombre que juega con vidas como el jugador de ajedrez juega con las piezas del
juego. ¿Qué sería del estratega si pensara que cada lance de su juego lleva la
noche a mil hogares y el dolor a tres mil corazones? ¿Qué sería del mundo si
fuéramos humanos? Si el hombre sintiera de verdad, no habría civilización. El
arte sirve de fuga hacia la sensibilidad que la acción tuvo que olvidar. "
Y este es mi comentario:
Es duro
el texto de Pessoa, muy duro, y lo es porque se ajusta a la realidad. Él no
dice nada que no sepamos, sabemos por propia experiencia que el hombre que
pretenda dominar a otro u otros hombres, no puede tener sentimientos, de lo
contrario su sensibilidad se lo impediría. Por tanto la afirmación de que “el
mundo es de quien no siente” es rigurosamente cierta.
La
segunda afirmación es más subjetiva, pero encierra igualmente una verdad
incontestable: “La
condición esencial para ser un hombre práctico es la ausencia de sensibilidad”. Y
lo es porque sensibilidad y pragmatismo son incompatibles, un hombre práctico,
un hombre de acción, de los que no se detienen ante nada, no puede ser sensible
al sufrimiento de los demás porque de lo contrario dejaría de ser práctico en
ese mismo instante. Y si no carece de sensibilidad por completo, es tan leve que
no impide que lleve a cabo su plan estratégico de dominio. La afirmación de
LGrajalva (una amiga) poniendo en duda la incompatibilidad entre sensibilidad y pragmatismo
la honra, pues demuestra su fe en el ser humano, pero amiga mía, estamos hablando
de “dominar” y quien pretende dominar no trabaja “hombro con hombro” con otros
hombres, los manipula. Lo mismo cabe decir sobre el comentario de Laura (otra amiga), que
viene a darle la razón a Pessoa, lo cual no es incompatible con afirmar que la
humanidad, en su inmensa mayoría, está compuesta de seres que piensan y
analizan y sienten, pero son precisamente esos los que no dominan el mundo. Los
que dominan el mundo “ni sienten ni padecen”, dicho sea en afirmación coloquial
que viene al pelo.
Y llevan
razón también Santiago* cuando afirma que los que no sienten están condenados a
sentir cuando sean a su vez dominados por alguien como ellos. Lo malo es que
ellos lo saben y procurarán eliminarlos antes de que el dominador se convierta
en dominado. Este es el juego de la vida, el de siempre, el pez gordo se come
al chico y el chico al más chico todavía.
Nuestra ventaja es que lo sabemos, antes no
lo sabíamos, antes creíamos que quienes nos gobiernan y dirigen eran personas
buenas, generosas, sensibles, honestas, que persiguen el bien general. Estábamos
equivocados, el poder tiene su propia dinámica al margen de los sentimientos de
quien lo ostenta, y actúa de acuerdo con los intereses que demanda ese poder. Por
tanto hablar de honestidad, honradez, generosidad, etc, en el ámbito del poder
es una entelequia: intereses, solo intereses. Por eso me temo que ninguno de
los que transitamos por aquí nunca tendremos poder. Somos unos pobrecitos que
pensamos y sentimos, una desgracia como otra cualquiera.
Sin embargo, la afirmación más terrible y
realista de Pessoa es cuando se pregunta: ¿Qué sería del mundo si fuéramos humanos? Si
el hombre sintiera de verdad, no habría civilización. El arte sirve de fuga
hacia la sensibilidad que la acción tuvo que olvidar. "
O sea que
la civilización actual se la debemos al hombre práctico, al hombre de acción, al
que no siente, pero piensa, al hombre que no se detiene ante nada, al que se
rodea de otros hombres que, igual que él, persiguen lo mismo. Juntos forman una
fuerza colosal que, ajena a los sentimientos, construye civilizaciones.
Es decir que nuestra civilización y todas las civilizaciones que en el mundo son y han sido, están cimentadas sobre millones de cadáveres, injusticias escalofriantes, penalidades de todo tipo y sufrimientos sin fin.
Cuesta trabajo creer que quien ha hecho posible la civilización no ha sido el hombre práctico, ha sido quien, desde la sensibilidad social y el análisis de la realidad, le ha dado ideas al hombre práctico. Nadie, pues, es inocente.
Es decir que nuestra civilización y todas las civilizaciones que en el mundo son y han sido, están cimentadas sobre millones de cadáveres, injusticias escalofriantes, penalidades de todo tipo y sufrimientos sin fin.
Cuesta trabajo creer que quien ha hecho posible la civilización no ha sido el hombre práctico, ha sido quien, desde la sensibilidad social y el análisis de la realidad, le ha dado ideas al hombre práctico. Nadie, pues, es inocente.
*LGrajalba, Laura
y Santiago son compañeros de Netwriters que opinaron sobre este apasionante
tema en esta plataforma de escritores de la que formo parte. Su URL es: http://www.netwriters.eu/
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