viernes, 18 de septiembre de 2020

HACE DOS AÑOS

HACE DOS AÑOS DECÍA YO LO SIGUIENTE:  




Una reflexión de cómo hemos llegado a esta situación, pues nuestros males, desde siempre, han tenido su causa en la deleznable y enana clase política que tenemos, que hemos tenido históricamente y, que como si de una maldición se tratara, cuando ha surgido algún gobernante digno de tal nombre, capaz de avergonzar a la caterva de ineptos y corruptos que siempre ha gobernado a esta gran nación, lo han quitado de en medio. Estudiad nuestra historia y lo comprobaréis.

A la situación actual se ha llegado porque ya, en su origen, la Constitución Española nació bajo el signo de la división, pues para superar la situación se introdujeron en ella elementos que no eran sino bombas de relojería que antes o después estallarían. El Estado de las Autonomías fue uno de esos elementos que hubo que aceptar como compromiso para salir del momento histórico que ofrecía, por una parte, consenso, por otra, ruptura, no había una tercera vía, y se optó por el consenso. Ello nos ha llevado a la ruptura actual, que la desencadenó Zapatero cuando dijo aquello de que el Paramento Español aprobaría lo que aprobara el catalán. Un insensatez que nos ha costado muy cara, que nos está costando muy cara y que nos costará mucho superar si es que logramos superarla.

Vino a agravar la situación el recurso el PP contra el Estatut, el vil atentado del 11-M, que envenenó nuestra convivencia, y la corrupción del PP y del PSOE, que indignó a la ciudadanía e hizo posible la aparición de los partidos radicales de izquierda. La corrupción del clan Pujol y CiU no hizo sino acelerar el desencuentro entre el nacionalismo excluyente y el Estado. A ello hay que unir, por otra parte, un comportamiento nada ejemplar de la Corona.
Hay otro detalle que no debe obviarse. El malestar creado en la Generalidad de Cataluña en los años en que "España iba bien" y mucha gente se enriqueció de manera ilegítima, pero los políticos y empresarios catalanes solo se llevaron las migajas. Todo cuenta.
Y ahora estamos abocados a resolver una situación muy compleja y hacerlo con suma delicadeza, pues al hecho de que el PP no tiene mayoría, se une el hecho de la ambigüedad del PSOE, las advertencias del PNV y la actitud francamente reprochable de Podemos, un partido que dice que no es independentista pero que por odio al PP apoya el independentismo. Una grave irresponsabilidad que espero paguen en las urnas.
Y en estas estamos. No, no nos saldrá gratis tanto error cometido. Es para llorar, os lo aseguro.

lunes, 14 de septiembre de 2020

MIS EXCUSAS

 Os debo una disculpa por el tiempo que llevo sin aparecer por aquí. Otras ocupaciones me lo han impedido. 

  Superada esa etapa, y feliz por haber sorteado hasta ahora el corona virus, ese que los científicos denominan Sars-Cov-2, me propongo continuar con mis escritos, de los que espero merezcan vuestra estima. 

  Atravesamos tiempos de crisis, no solo sanitaria, también social, política y económica. Y humana, pues siguen llegando pateras a nuestras costas, lo que constituye una auténtica tragedia. 

  Los políticos cada vez peor porque ya no hay ningún partido que pueda presumir de lo que presumía el PSOE en la transición, de cien años de honradez. La corrupción debe de ser más contagiosa que el corona virus, pues incluso el padre del rey ha caído en ella, lo que no han desaprovechado sus enemigos para desprestigiar a la monarquía y reivindicar la república, solo que ellos se desprestigian solos y su desprestigio aumenta proponiendo un régimen desprestigiado a si mismo por la historia. Sería como salir de Málaga y meternos en Malagón.  Solo mediante una estafa monumental que nos llevaría a otra guerra civil, puede concebirse una nueva república. 

  Si el sentido del humor formara parte de nuestro carácter de manera destacada, el mundo sería mucho más feliz, pues muchas de las cosas que han pasado y están pasando se nos presentarían como actos ridículos y risibles; por tanto, no tendrían lugar. Mas para nuestra desgracia nos reímos de los demás, pero no de nosotros mismos, es decir, que nosotros mismos nos tomamos muy en serio, pero a los demás no. Si existiera el sentido del humor esa ideología sentimental que es el nacionalismo, que tanto mal ha causado a la humanidad, y sigue causando, no existiría, pues enseguida se evidenciaría su ridiculez.

Pero dejémoslo aquí. En entregas sucesivas publicaré un relato corto por capítulos que tiene por objeto distraeros un poco. Relata las peripecias de un grupo de amigos que, aprovechando la presencia de un forastero en el pueblo, deciden utilizarlo para echar al cura del pueblo. Saludos