miércoles, 30 de octubre de 2019

DECLARACIÓN DE AMOR.





Hoy toca DECLARACIÓN DE AMOR. Es que no veo por aquí ninguna. Es algo cursi, pero el amor puede con todo:

  Tres minutos, este es tiempo que me ha dado el destino para enamorar a la mujer de mis sueños. Tres minutos antes de que se ponga el sol y las sombras invadan mi vida, tres minutos que separan mi felicidad de mi desventura. ¿Dónde encuentro las palabras que obren el milagro de abrir su corazón al amor en tres minutos si no las he encontrado en veinte años? ¿Dónde hallo la fuerza de convicción que las adorne de poesía si soy un pobre hombre que vive de sus silencios?
   ¡Cómo me gustaría llegar a ti a través de la palabra! De esa palabra que se atasca en mi garganta y se niega a salir.
 ¿Mas dónde las palabras que sean para ti perfume de sueños que abran tu corazón y despierten tu pasión a la mía? Pero ya ves, ni siquiera sé dónde buscarlas, sé que están en mi corazón, pero no sé cómo llegar a él y expresarlas, me faltan caminos para llegar al tuyo y comprender lo que sientes y cómo lo sientes para que mis palabras lo llenen, yo lo único que puedo darte es mi silencio, mi silencio y mi mirada, repletos de deseos sin definir que nacen en mi corazón pletórico de amor por ti. 
    Mírame y verás en ella las palabras que no encuentro, tal vez porque ninguna de ellas supera a mi silencio».


lunes, 28 de octubre de 2019

RAZÓN Y CORAZÓN










¿Que llevas razón?
Eso ya lo sé,
tú no te conformas con menos,
aunque tu corazón no lata,
aunque la vida se pare,
aunque el mar se seque,
aunque el amor se acabe,
aunque sol no se ponga,
aunque la noche sea eterna,
aunque tu sonrisa se apague,
aunque te abandone tu alma
y ya no seas nadie.
En cambio yo, aquí me tienes,
me sobran razones para amarte,
no me conformo con menos,
aunque no sea nadie,
aunque el dolor me venza,
aunque la angustia me mate,
aunque la amargura me hunda,
aunque la pena me rasgue,
aunque la soledad me castigue,
aunque la vida me rapte.
Tienes razón,
pero no puedo dejar de amarte.

viernes, 25 de octubre de 2019

LA INHUMACIÓN





Hubo un momento en que creí, ingenuo de mí, que la Transición Política a la Democracia había conseguido hermanar a esas dos Españas que se enfrentaron el el 36, y que a partir de ahí nos uniría a todos  la gran misión de trabajar por el progreso de esta gran nación que es España.

    Quienes redactaron la Constitución del 78 y los que hicieron posible la Transición política fueron los que militaban en bandos distintos en aquella época oscura y ominosa de nuestra Historia, o sus descendentes directos. Y hoy, los hijos y nietos de aquellos héroes, que fueron capaces de enterrar un pasado que nos dividía y enfrentaba, lo han desenterrado, han vuelto a desenterrar a las dos Españas. Por lo visto no heredaron el espíritu de concordia de sus padres y abuelos, heredaron las ansias de revancha y el odio que colonizó a aquella República, que ni supo evitar la guerra ni supo ganarla.

Ya véis, algo hemos hecho mal. Porque si la inhumación de Franco, enmarcada en la Ley de Memoria Histórica, se hubiera hecho como terapìa social,como un paso necesario para superar nuestro pasado y centrarnos en el futuro, yo la saludaría con esperanza, pero algo se ha vuelto a hacer mal porque parte de la sociedad la ha percibido como un acto de interés político más que social, y la otra como un acto de propaganda que, además, llega tarde.

Seguimos haciendo mal las cosas, ajustar cuentas con el pasado requiere altura de miras y madera de hombres de Estado. Yo no veo ninguna de esas dos cosas por ninguna parte. Mala cosa.

sábado, 5 de octubre de 2019

TONTOS, MÁS QUE TONTOS






Es curioso como uno, sin darse cuenta, a medida que va cumpliendo años, modifica la visión de las cosas. Yo, por ejemplo, con veinte años, pensaba que todos eran más inteligentes que yo. Y hoy, desde mi jubilación jubilosa, pienso todo lo contrario, que todos son más tontos que yo.
Está claro, pues, que se ha producido un cambio sustancial, pero en el fondo no ha cambiado nada, pues tanto antes como ahora lo que pensaba y lo que pienso no se corresponde con la realidad. Lo que ha cambiado es que ahora tengo más experiencia que antes y sé que todos pensamos lo mismo, todos creemos que los demás son tontos y nosotros somos muy listos. Tanto antes como ahora. Esc decir, que no nos soportamos. 
Esto, llevado al extremo, puede convertir a cualquiera que no sepa separar al trigo de la paja, en un supremacista peligroso. El ejemplo más claro y cercano lo tenemos en Cataluña, donde los independentistas están convencidos de que todos los españoles somos tontos y ellos son muy listos, por eso ellos se tienen como los verdaderos catalanes, y los otros, los que no piensan como ellos, son catalanes pero menos, porque son tontos.
Lo mismo cabe decir de los llamados "progresistas", los que profesan una ideología de izquierdas, que piensan sin pudor que los que votan derecha son tontos, pero es que los de ideología contraria piensan lo mismo, que los que votan a las izquierdas no tienen dos dedos de frente. Es lo que hay
Ya veis lo fácil que es que alguien interesado te convenza de que eres más listo que tu vecino, porque es eso precisamente lo que piensa de él. Y como lo que ocurre es que eres verdaderamente tonto, te lo crees. Que es precisamente lo que busca el "listo" que te dice que tu vecino es tonto,  o que ser de izquierdas es más inteligente que ser de derechas..
¿Somo estúpidos o no somos estupìdos los humanos?

miércoles, 2 de octubre de 2019

MEJORAR EL MUNDO







No esperéis que los políticos mejoren el mundo, ellos solo pìensan en sí mismos, son tan cínicos como egoístas, no hay más que escucharlos cuando hablan. ¿Alguien espera que un nacionalista arregle los problemas del mundo? ¡Pero si además de cínicos y egoístas son excluyentes y supremacistas! Solo puede entenderse que haya independentistas inteligentes desde el odio. De otra manera no.

Lo mismo cabe decir de todos esos movimientos que basan su discurso en ir "en contra de..." Contra los toros, contra la caza, contra el consumo de carne, contra los gallos porque violan a las gallinas... Cinismo puro. Es decir, la sociedad ha de soportar que gente a los que no les gustan los toros, trate de imponer su voluntad de que se prohiban a los sí les gustan. Alegan que constituyen un espectaculo cruento en el que se tortura al toro. Sin embargo, los de la parte contraria argumentan que donde aquellos ven tortura ellos ven arte. Por lo tanto, por ese camino no vamos a ninguna parte. Se haría necesario encontrar un tercer concepto que resuelva la polémica. Pero hasta ahora nadie lo ha encontrado, así que la única manera que tienen los antitaurinos de acabar con las corridas de toros es que el poder político las prohíba. Pero prohibir no es la solución, ya que si de prohibir se trata habría que prohibir muchas cosas, sin ir más lejos el aborto, que es un mal se mire por donde se mire.

Así que lo que el mundo necesita son personas que sueñen con cosas que nunca existieron. ¿Comprendéis ahora por qué los políticos nunca podrán arreglar al mundo? Ellos están entregados a la tarea de desprestigiar a sus rivales políticos y a mantenerse en el poder al precio que sea o a conseguirlo. ¿Vosotros creéis que un político como Torra estaría en el poder si existiera lo que se llama decencia política? Salvando las distancias, lo mismo cabría decir de Sánchez, que además de plagiar su tesis ha sido incapaz de pactar un gobierno estable. Tampoco se salva Rivera, que por ambición personal ha visto como pesos pesados de su formación lo han abandonado y ha perdido crédito, lo cual que va a perder peso político. Un político no puede basar su renuencia a pactar con Sánchez, o este a pactar con Rivera porque no se caen bien. ¿Qué broma es esa? De Casado para qué hablar, arrastra el estigma de la corrupción de su partido y cuando gobernaba Rajoy fue incapaz de impedir el referendum ilegal en Cataluña. De Iglesias no vale la pena ni hablar, sus recetas para mejorar este mundo es acabar con los ricos, como si ello fuera la panacea para instalar un paraíso en la tierra. Eso sí, él se ha hecho el suyo particular.

Ahora el problema es a quién votar en las próximas elecciones. Estamos huérfanos, os lo digo de verdad. Es para cabrearse y salir a la calle y decir hasta aquí hemos llegado, estamos hasta la constelación de Orión de tanto inútil.

Sí, necesitamos de hombres decentes que sueñen.