A la chita callando, con mayor o menor descaro,
y las más de las veces con total
naturalidad, las nuevas formas de vivir el sexo se están manifestando de una
manera cada vez más evidente.
Lo hemos visto de una manera palpable en la nueva edición de Operación Triunfo, donde los participantes han abordado y debatido sobre el tema con total normalidad. Por si queréis comprobarlo por vosotros mismos aquí os dejo el enlace: https://www.vanitatis.elconfidencial.com/television/2017-11-27/operacion-triunfo-ot-revolucion-sexual-tve-video_1484449/
Lo hemos visto de una manera palpable en la nueva edición de Operación Triunfo, donde los participantes han abordado y debatido sobre el tema con total normalidad. Por si queréis comprobarlo por vosotros mismos aquí os dejo el enlace: https://www.vanitatis.elconfidencial.com/television/2017-11-27/operacion-triunfo-ot-revolucion-sexual-tve-video_1484449/
Donde han ensayado el tema e intentado desentrañar las siglas LGTBIQ+,.
No es baladí el tema,
pues hasta ahora teníamos claro que existían homosexuales y lesbianas que
ocultaban su condición hasta donde podían, y cuando ya se hartaban de ocultarlo
decidían “salir del armario”, que es como se conoce el hecho de «declarar voluntaria y públicamente su homosexualidad», que ya de
por sí supone un desafío a la sociedad y un acto de rebeldía personal ante lo injusto. Ha habido casos
realmente llamativos.
Hasta ahora
solo conocíamos, al menos en lo que a mí respecta, las siglas LGTB, sigla que se corresponde con las
iniciales de las palabras Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales. Pero en los últimos años se han ido añadiendo
nuevas iniciales a la sigla, como la de las personas Intersexuales, Queer, Pansexuales y Asexuales, dando origen a la sigla LGTBIQPA. Esta tendencia a añadir más siglas ha dado lugar a la adición del signo de la
suma +, que incluye cualesquiera otra tendencia sexual,
con lo que la sigla completa quedaría LGTBIQPA+,
que incluiría, por ejemplo, a los hermafroditas y otros.
El término “queer” es el más desconocido,
y viene a significar “raro” en sentido peyorativo, pues se trata de individuos
que no son gays ni heterosexuales.
En definitiva, que detrás de
este movimiento heterogéneo de personas de diferentes sensibilidades y
tendencias lo que late es un ansia de libertad sexual reprimida durante siglos
y que hoy brota con una fuerza inusitada e imparable en el marco de las
democracias occidentales, pues en otras sociedades donde la democracia es solo
un sueño siguen encerrados en el armario.
Esta realidad en sí no debería
ser ni mala ni buena, es lo que es, pero como toda revolución cambiará muchas
cosas, y no todas para bien. Lo que me pregunto es si acabará como todas las
revoluciones que en el mundo han sido, es decir, mal, o esta se instalará en
nuestra sociedad como algo normal sin que nadie se escandalice por ello. A más
de uno le repugnará ver besarse a dos tíos en la calle, de acuerdo, pero es mucho
más repugnante marginarlos porque su manera de sentir es diferente a la nuestra
y obligarlos a la clandestinidad cuando no al suicidio.
Si aspiramos a una humanidad más
justa todos hemos de tener cabida en ella, todos debemos disponer de nuestro espacio
vital para llevar cabo nuestro proyecto de vida con el único límite de la ley.
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