Derrumbadas
las ideologías que os prometían un paraíso en la tierra resistieron otras más modestas
basadas en el respeto a la ley, que no
prometían nada del otro mundo, pero tampoco imponían nada, lo cual ha contribuido a crear un clima de mayor
entendimiento y fructífera relación entre vosotros, aunque todo sea pura apariencia, pues la
trastienda de vuestra convivencia está repleta de cadáveres de todo tipo, pero es que en vosotros no puede ser de otra
manera, no se salva nada ni nadie del
veredicto del disimulo y el fingimiento,
la traición y demás efectos de la
soberbia, la envidia y la estupidez. Sin
embargo, este status quo que sobrelleváis con resignación no solo evita males mayores, sino que no ha sido
superado por ningún otro en lo que a su funcionamiento se refiere, es decir,
habéis asumido que Hobbes llevaba razón y que una manera de sujetar el lobo que
albergan vuestros genes es “obligaros” a respetar las leyes a cambio de “libertad”,
situación que se corresponde muy bien a la del burro que persigue la zanahoria que su dueño
ha puesto delante de sus narices para que ande, pero que nunca alcanzará porque
quien controla el palo y la cuerda que sujeta la zanahoria es él, una gran
idea, pues habéis entendido que un régimen que no respeta las libertades
individuales no puede esperar que sus ciudadanos respeten sus leyes de buen
grado. Y en eso habéis acertado, pues la ilusión es un potente motor de cambio
que os ha permitido acceder a lo que llamáis
vuestro Estado Social y Democrático
de Derecho, que se estableció en gran
parte de vuestro mundo cuando en el otro aún se imponía una dictadura totalitaria,
que por definición es una fábrica de zombis, pues en ellas todo está
planificado para que el individuo no se moleste ni en pensar, solo en obedecer
a base de adoctrinamiento ideológico, desinformación pura y dura para
perpetuarse en el poder, lo que llamáis «el problema de Orwell», y si no la sigues te fuerzan o te eliminan. Es
vuestra tragedia como humanos: por fuera os presentan un mundo limpio repleto
de ideales cuya consecución requiere grandes esfuerzos y sacrificios, en el que
se exalta el patriotismo, el valor, el honor, la libertad…, con la promesa de
que al final del camino está el paraíso, pero la realidad demuestra que es todo
lo contrario, que ese mundo no existe, que lo que existe es un mundo de
embusteros, corruptos, traidores, mangantes, aprovechaos y asesinos. Hay un
libro vuestro que refleja muy bien la
parodia de vuestro mundo titulado «Don Quijote de la Mancha», en el que el
pobre caballero, influido por sus lecturas caballerescas, se imagina esa Arcadia
ideal por la que merece la pena luchar, y se echa a la calle dispuesto a acabar con la
injusticia del mundo creyéndose un héroe
cuando en realidad es un simple labrador y, como era de esperar, es el mundo el que acaba con sus ilusiones porque el mundo es como es, no como él lo imaginaba.
Y sucedió lo que tenía que ocurrir, que todo
se derrumbó, se vino abajo, pues la mentira no podía seguir sustentándose por
más tiempo, era demasiado grande y cayó por su propio peso cuando se comprobó
que a pesar del tiempo transcurrido, los recursos empleados, las vidas
sacrificadas, y el dolor y el sufrimiento causados, os encontrabais en el punto de partida todavía,
y cuando cayó comprendisteis desengañados que las utopías tocaban a su fin,
como en Don Quijote, y que ya, en el terreno de las ideas, solo os quedaban los
conceptos para responder a los problemas filosóficos de la vida, y ahora, las únicas ilusiones que os quedan es entender
por qué estáis aquí, algo que constituye vuestra utopía más digna, pues todo lo
demás es física, ciencia y tecnología, contactar con extraterrestres, viajar a otros
planetas y cosas por el estilo, y a nivel personal, que os toque la lotería, pero
en el terreno de las teorías y los pactos sociales se acabó lo que se daba, pues
las ideologías lo que han demostrado es que son herramientas de control social
para anular la conciencia libre del hombre y convertirlo en masa manipulable, Platón
no da para más, y os disteis cuenta de
que no había más cera que la que ardía, ante lo cual os sobrevino el desencanto y os abandonasteis
al hedonismo, y al consumismo, y al exceso, y la diversión para soportar vuestra
insoportable levedad mientras que vuestros valores iban sucumbiendo a vuestra
humana condición. Una sociedad que no
sabe compatibilizar bienestar y respeto es una sociedad corrompida, y la
vuestra lo es, pues no os respetáis ni a vosotros mismos, no es respetable una
sociedad que permite que una ínfima minoría controle la riqueza y el poder de
un país mientras que la inmensa mayoría malvive en condiciones infrahumanas. Como
ejemplo de lo que os digo tenéis a Brasil, que en una especie de huída hacia
adelante ha organizado unos Juegos Olímpicos cuando no puede pagarle ni a sus
médicos.
Lo que viene a demostrar que Hobbes sigue vigente, que acertó en su
pronóstico, lo que pasa es que su solución es demasiado brutal, demasiado
inhumana, pero acertó, solo que el poder no puede estar en manos de un solo
hombre, pues inevitablemente abusaría de él de manera intolerable como han
abusado todos los que han acumulado poder, de ahí que eligierais a Locke, menos
racional, pero más razonable. Este es vuestro gran problema, que no sabéis
gestionar el poder porque vuestro egoísmo es innato. Ahora bien, la democracia, con ser la menos mala de las posibles forma de gobierno lo es
porque le ha ocultado las uñas al lobo
que lleváis dentro, pero sigue en estado
de guerra latente y aflora provocando conflictos internos constantes que
obedecen a pugnas por el poder, el más famoso de los cuales lo sufristeis con
el magnicidio de Dallas, que acabó con
la ilusión de millones de seres humanos, y más tarde con el llamado Watergate, que
vino a confirmar que ni siquiera el país más poderoso de la tierra da ejemplo
de honradez, lo que viene a demostrar lo mucho que la valoráis como norma de
conducta y lo poco que la practicáis, y
esto por mencionaros a dos de los más señalados y conocidos escándalos de
vuestra historia reciente, o guerras absurdas que han costado y siguen costando
miles, millones de vidas, como la que
provocasteis en el sudeste asiático, Afganistán y Oriente Medio, que han originado un terrorismo atroz que a su vez
originará más guerras.
Os daré un dato de vuestra España desde la que
escribo: no hay un solo pueblo en ella, por pequeño que sea, cuyo alcalde no
sea corrupto. De ahí para arriba, todo lo que podáis imaginar. Estimación que puede extenderse al resto de
vuestro mundo. Es decir, vivís en un mundo corrupto porque sois corruptos, lo que en él prevalece es la ley de la selva. Esto
siempre ha sido así y siempre lo será.
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