La pregunta que hoy me hago, a la vista de
los acontecimientos que vienen marcando nuestro día a día, que ponen a prueba
nuestra conciencia y desafían nuestra capacidad de raciocinio, que unas veces
nos desconciertan, otras nos horrorizan
y las más nos angustian, inquietan y
afectan en definitiva a nuestras vidas, es la siguiente: «¿Podemos presumir de
tener algo meridianamente claro en esta
vida?››
Porque digo yo, tal vez de manera ingenua,
que si tuviéramos las cosas claras esas cosas que pasan que ponen a prueba
nuestro equilibrio mental no pasarían. ¿O pasarían igualmente? Ni siquiera esto
lo tenemos claro, aunque la lógica nos dice que «esas cosas que pasan›› que
alteran nuestras vidas y desafían nuestra fortaleza de ánimo no pasarían si lo
tuviéramos todo claro. ¿Lo sucedido
estos días en el barrio de Lavapiés ha sucedido porque tenemos las cosas claras
o por todo lo contrario? Para mí es de
una lógica aplastante deducir que si lo tuviéramos todo claro nada de lo que ocurre que atenta contra la
vida ocurriría. Lo que ya no tengo tan claro es si sería bueno. ¿Cómo sería el mundo si tuviéramos las cosas
claras? ¿Existirían las religiones? ¿Habría tenido lugar la I Guerra Mundial? ¿Habría
nacido la Unión Soviética? ¿Habría subido Hitler al poder? ¿Sería Donald Trump
presidente de EEUU? ¿Habría surgido Podemos?¿Habría llegado el independentismo
catalán a desafiar al Estado? Causa desazón saber que la única cosa clara que
tenemos los humanos es que tenemos que morir. Es decir, que tener
las cosas claras está relacionado con la muerte. Así que si escuchamos a
alguien decir “yo lo tengo todo claro” lo mejor es salir corriendo porque puede
llevar una bomba escondida en su bolsillo. Eso de
“las cosas claras y el chocolate espeso” lo dijo alguien al que le gustaba el chocolate
bien hecho, pero no tenía las cosas claras. Nadie las tiene ni puede tenerlas.
Saber esto, saber que los humanos no tenemos
nada claro, debiera volvernos más humildes ¿no? Pues sucede todo lo contrario.
Somos soberbios y mendaces. ¿Habéis observado la actitud arrogante de Trump y
Putin y de ese enano de Kim Yong Un? ¿O de Maduro? ¿Vosotros creéis que tienen las cosas claras? Su propia actitud los delata, se aferran a la idea del patriotismo como soporte de su impostura y
a los somníferos para poder dormir y dar la talla. En política la impostura es un arma de
seducción. Luego podemos afirmar también
que lo que tenemos claro es que no tenemos nada claro, lo que decía Sócrates
cuando afirmaba aquello de “solo sé que no sé nada”, excepto que la muerte nos
acecha. Como veis no falla, siempre que nos preguntamos si tenemos algo claro
pensamos en la muerte, la misma que provocan y abrazan esos zombis
humanos que dicen tener las cosas tan claras que van por el mundo sembrando muerte para alcanzar el paraíso. No puede ser de otra
manera, una vez que tienes las cosas claras ¿qué haces aquí? La vida exige una
búsqueda constante de la verdad, una vez que te sientes poseedor de ella la
vida te sobra. Las palabras de Santa
Teresa cuando dijo aquello tan hermoso y conmovedor: “…tan alta dicha espero que muero porque no
muero”, obedecen a ese sentimiento.
Tras lo dicho, creo que se puede afirmar que
la vida desmiente de tajo todas las ideologías que nos dicen que las cosas son
como sus postulantes dicen que son, las que pretenden planificar tu vida, esas
que no admiten oposición y te encierran en una cárcel social, o religiosa, o
cultural, o identitaria, o sexual…, las que menosprecian la vida en una
palabra, pues la vida es, sobre todo,
libertad, libertad de elegir y tomar tus propias decisiones, equivocarte porque eres humano, y volver a
empezar, y hacer de tu capa un sayo, porque
si dejamos que sean otros los que decidan por ti estamos muertos, que es lo que interesa a esas ideologías que lo tienen todo
claro. Como veis, la muerte siempre aparece cuando alguien pretende
hacerte creer que tiene las cosas claras, hasta el punto de que no dudan en decirte que si no piensas como ellos eres
gilipollas. O algo peor.
Estos días atrás ha saltado la noticia de la
muerte de Stephen Hawking, ese genio de
la naturaleza humana que ha desentrañado misterios insondables del universo y
ha escrito libros científicos que han
sido bests sellers mundiales. Pues bien, entre las muchas frases que se le
atribuyen aparece esta pregunta fundamental a la que él trató de dar respuesta:
«Pregúntese qué es lo que hace que exista el Universo››, que alguna doctrina se
ha atrevido a decir que existe por sí mismo. Si tenemos en cuenta que también
dijo: «Debe de ser aburrido ser Dios y no tener nada que descubrir››, el
desafío a nuestro intelecto es descomunal, pues nos está retando a que
descubramos por qué existe el Universo prescindiendo de la idea de Dios, ya que Dios no puede aburrirse si convenimos en que
es la Verdad y la Vida, algo que no tenemos en absoluto claro, de manera que si
no sabemos esto no podemos tener nada claro. Quede claro, pues, que lo único
que tenemos claro es que no tenemos nada claro, excepto que el chocolate debe
de estar en su punto óptimo de espesor para estar bueno. Bueno, y alguna
cosilla más que nos ha enseñado la ciencia, que se topó con el principio de
incertidumbre y acabó con el determinismo.
Ahora bien, dentro de mi incertidumbre, si
algo tengo claro, es que esos que juegan a ser dioses y presumen de tener las ideas claras, tan claras que se aburren y
aburren a las piedras, tienen tan claro que no tenemos nada claro que saben muy bien como captar a incautos que
secunden sus oscuros propósitos para su mayor gloria. Estos sí son un peligro para la humanidad en general y para
el hombre en particular, pues lo mismo te convierten en un terrorista que en un
zombi de alguna secta destructiva. Alguna cosa, pues, sí que debemos tener
claro para no andar por la vida a tientas y a ciegas y te engañe algún
iluminado de esos que tiene las cosas claras de cómo lavarte el cerebro.
¿Dijo algo Stephen Hawking sobre la vida?
Dijo esta extraordinaria frase: «La vida sería trágica si no fuera graciosa››.
Que lo dijera él, al que la vida le gastó la pesada broma de endosarle la
enfermedad del ELA, es toda una lección de sabiduría. ¿Qué quiso decir? Que si
no nos tomamos la vida con un poco de humor y no encontramos en ella razones
para reírnos de ella no encontraremos nada digno de ser vivido, pues todo nos
parecerá trágico. Esto nos lo enseñó
como nadie Gila. O Tip y Coll. O Chiquito de la Calzada. Y Faemino y Cansado y tantos otros. Al menos tengamos esto claro para que la
felicidad no sea una quimera.
Para concluir y no alagar más esta
reflexión: tengo claro que si alguien me dice “yo tengo las cosas muy claras”,
salgo corriendo como he dicho. Bueno, antes le preguntaría a qué cosas se
refiere, por si se tratara de un extraterrestre.
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