lunes, 19 de febrero de 2018

HONRADEZ




Uno de los aspectos más preocupantes de la sociedad en la que vivimos es que el concepto de HONRADEZ se ha difuminado de tal manera que ha dejado de ser la barrera que nos indica que no debemos traspasarla, la traspasamos sin que las protestas de nuestra conciencia nos pare. Lo que se está imponiendo es "el todo vale" si con ello logramos conseguir lo que nos interesa. Es decir, que si la honradez se opone a mis propósitos la sacrifico porque con ella no llego donde quiero llegar.
Esta actitud se ha impuesto en nuestra sociedad de manera muy inquietante porque afecta a todos los ámbitos de su actividad, tanto políticos, económicos, sociales, culturales, humanos y, sobre todo, personales, pues es en el ámbito personal donde la falta de honradez se concreta en actos que vemos en vivo y en directo que nos afligen, desmoralizan y angustian.
Pero donde más trascendencia tiene la falta de honradez es el ámbito político, pues afecta a la sociedad en su conjunto, y como vemos que los políticos que conforman la voluntad de la ciudadanía no actúan conforme al interés general, que sería lo honrado, sino de acuerdo con sus intereses particulares partidistas e ideológicos, que incluso delinquen para conseguir sus fines, la ciudadanía se ve inerme y perdida, pues ya no sabe en quién confiar. Y se resigna. Pero resignarse es morir.
Si la principal misión de nuestros políticos es hacer que su gestión y sus maneras de gobernar hagan posible que la sociedad sea feliz, no están haciendo bien su trabajo, lo están haciendo fatal, pues si la felicidad se alcanza queriendo lo que uno hace y no haciendo lo que uno quiere como dijo Sartre, nuestros políticos son unos farsantes, pues no están ahí porque amen a la política, están ahí porque quieren aprovecharse de ella para su interés particular.

No hay comentarios:

Publicar un comentario