viernes, 27 de diciembre de 2019

EL TEMA DE LA NAVIDAD



Hoy me voy a extender un poco, literariamente hablando, sobre el tema de la Navidad.
¿Cuál es el tema de la Navidad? A veces ocurre que uno quiere escribir algo y a tu cabeza solo acuden ideas confusas y difusas que se entrecruzan entre sí, como si las envolviera una niebla fría e impenetrable. Para aclararse un poco y abrirse paso entre la espesura, piensa en los temas de todos los tiempos que han inspirado a los grandes y a los pequeños escritores, y te topas con los mismos de toda la vida: la vida, la muerte, el amor, el odio, el paso del tiempo, los viajes, la avaricia, la hipocresía, la envidia, la traición, la soberbia, la inocencia…
Antes de llegar a tu destino le das un repaso al tema de tu propia vida. ¿Cuál es el tema de mi vida? ¿Qué tema ha desarrollado uno a lo largo de su vida que destaque sobre otros? ¿El amor? ¿El odio?¿El egoísmo? ¿La generosidad? ¿La soberbia?... ¿El pesimismo? ¿El optimismo? ¿Lo apolíneo? ¿Lo dionisiaco?...
Y así, avanzando en la oscuridad en busca de la luz, te preguntas ¿cuál es el tema que predomina en la vida? Y aquí, para ver luz acude uno a las grandes obras de la literatura. Por ejemplo a «La Celestina», una de las obras cumbre de la literatura española y universal, y a «El Quijote», que supera a la anterior en universalidad y riqueza. En la primera nos topamos con la codicia, la lujuria, la astucia, la traición, el amor, la muerte… Sin embargo es una historia de amor.
Y si nos centramos en «El Quijote» vemos algo insólito: que el insigne caballero lucha contra todo esos vicios que se manifiestan en la obra de Alejandro Rojas. Y para hacerlo se engaña a sí mismo, sublime actitud plenamente justificada pues de lo que se trata es de luchar contra la injusticia y ayudar a los débiles y menesterosos, cosa que solo puede hacer un caballero que, como es preceptivo, necesita tener su dama, la sin par Dulcinea, que es una simple campesina pero que él la tiene por princesa y bella entre las bellas. No duda en enfrentarse a los molinos, que para él son gigantes, aunque muerda el polvo en tan desigual batalla. Y para reafirmarse a sí mismo la bacía de barbero es para él yelmo de Mambrino, que torna invencible a quien lo lleva… Puede decirse, pues, que don Quijote es un idealista, lo demuestra en todos sus actos, sobre todo cuando, por amor a la libertad y a la justicia, libera a los galeotes y estos, en agradecimiento, le dan una paliza que lo dejan malparado. En resumen ¿cuál es el tema de El Quijote? La lucha del hombre por hacer realidad sus sueños.
Fijaos. Don Quijote se engañaba a sí mismo, pero denuncia las injusticias del mundo y lucha por acabar con ellas desde la integridad propia de un caballero. Sin embargo, ¿no se engañaba también a si mismo Calisto en su alocado deseo por conseguir los favores de su amada Melibea sin respetar principio alguno? ¿Y qué consiguió con ello? Dejar un rastro de muerte que le alcanzó a él mismo. Sin embargo, Don Quijote dejó un rastro de vida por donde pasó. Y admiramos en él su maravillosa locura. No así a Calisto, que se dejó llevar de su egoísmo por satisfacer su pasión desencadenando con ello la tragedia. Don Quijote llevó su pasión por ayudar a los demás y combatir la injustica a perjudicarse a sí mismo, luchó por un mundo mejor; Calisto solo luchó por satisfacer su lujuria arrastrando a la muerte a quien participó de su locura. En El Quijote vemos generosidad, en La Celestina, todo lo contrario. Aunque en ambas late la visión pesimista del mundo.
Pero lo que se pone de manifiesto es que, guiados por la generosidad o por el egoísmo, nos engañamos a nosotros mismos. Pero también se evidencia que, incluso en esto de engañarse a uno mismo, no es igual hacerlo desde el egoísmo que guiado por la generosidad. El egoísmo es muerte; la generosidad es vida.
Así que la cosa está clara. Si tuviéramos que destacar el tema predominante de la Navidad la palabra que nos viene a las mientes es la generosidad, ese concepto opuesto al egoísmo que acompaña al amor, capaz de vencer a la muerte. Aunque nos engañemos y luego descubramos que detrás está el egoísmo, pero detrás, no delante de la generosidad. Es lo que diferencia al personaje de Calisto de El Quijote.
¿Quién que sea generoso se atreve a decir que odia la Navidad?
Pues disfrutad de la Navidad, época de aguinaldos, de regalos, de DAR.

miércoles, 25 de diciembre de 2019

VIVA LA NAVIDAD

Anoche, como cada Nochebuena, cenamos en familia. Existen ya muy pocas cosas que permanezcan inalterables a lo largo del tiempo, a lo largo de los siglos, como la Nochebuena. Incluso ya la familia no es la misma familia de hace tan solo medio siglo, pero sigue siendo la familia, ese reducto humano en el que se fragua la historia del mundo y que es su fiel reflejo.

No es baladí que una de esas pocas cosas que permanecen inalterables sea la Nochebuena y el espíritu que la hace una noche única, a la que a veces, algún año, de vez en cuando, se suma un nuevo miembro, acontecimiento que todos saludamos con alborozo y esperanza, pues supone seguir manteniendo la fe en el futuro y en el reencuentro de cada año que nos vale para renovar deseos e ilusiones, aunque ya los años maticen nuestros anhelos. Por eso la Navidad es, sin duda, la fiesta de y para los niños, es su fiesta.
Sin embargo cada vez hay menos niños, la alegría de la Navidad, algo que debiera hacernos reflexionar. ¿Qué hacen los dirigentes de esta sociedad que no fomentan el nacimiento de más niños en lugar de pelearse entre ellos?
Anoche, mi nieta, 14 meses, vivió su segunda Navidad. Y como no podía ser menos, fue el centro de atención de todos, y es que a los mayores nos gusta ver felices a los niños, y ella lo fue anoche, ya lo creo. Y todos lo fuimos de verla a ella.


¿Que la Navidad puede llegar a ser pesada? Puede, pero ¿y qué? Más pesado e insufrible es Torra y lo aguantamos. El espíritu de la Navidad puede con todo.


Lo que quiero deciros es que la Navidad, guste o no guste, se ame o se odie, aterrorice o ilusione, fastidie o alegre no deja a nadie indiferente, es la fiesta de las fiestas, nuestra fiesta, la fiesta de nuestros hijos, la fiesta de nuestros nietos. ¡Viva la Navidad!

miércoles, 18 de diciembre de 2019

EL PASO DEL TIEMPO











   A veces uno percibe la inefable inquietud del paso del tiempo como una herida, con dolor y tristeza. Es una inquietud que te advierte, no tanto de lo que has perdido, como lo que no has sabido ganar,  etérea, inconcreta, como cuando crees que has olvidado algo que debías hacer y no sabes qué. 

  O de pérdida, no de lo que sabes que has perdido, sino de aquello indefinible que no nos muestra su cara, como si de pronto te asaltara  la sensación de que has  dejado atrás algo importante que deberías haber tenido en cuenta, o que deberías haber hecho, algo que tal vez podría haber dado un vuelco a tu vida si lo hubieras pensado mejor.  Cosas que viviste en su momento, o te dijeron, o supiste y no les prestaste la atención debida. Y que de habérsela prestado tal vez las cosas hubieran sido de otra manera. Solo sabes que, sea lo que sea, lo sepas o no, ya es irremediable. 

   Tal vez se deba a las fechas que se acercan, que tienen la virtud de retrotraerte al pasado y recordar todo lo que, con el paso de la vida, has perdido o no has sabido ganar por falta de valor o de iniciativa. O por tener la mente en otro sitio, o por desconfianza en ti o en los demás. 

Seguramente sea bueno recordarlo porque cuando todo lo que has perdido ya es pasado, al menos constatas que te queda el futuro para poder recuperarlo. Y si ya es irrecuperable,  proponerte ganar otras cosas que llenen el vacío de las que perdiste. Resignarte, aceptar tu suerte sin más, no es lo que tú esperabas de ti ni lo que esperaban los que confiaban en ti.  


   Es como el que lleva años tratando de dejar de fumar. Si por fin lo deja el dinero gastado no lo va a recuperar, pero podrá recuperar dos cosas: su salud y el dinero que a partir de ese día no se va gastar. 

   Que tengáis una Feliz Navidad. 




jueves, 12 de diciembre de 2019

COMO AMANECE







No corras, amor,
si la vida nunca corre,
tiene su ritmo acompasado
al tiempo.

Ámame despacio,
como si fueras el dueño
del tiempo,
mídelo en milenios
y que se deshaga entre tus manos
sobre mi cuerpo.

Haz que sienta lo eterno,
haz que la vida se detenga,
que tu sonrisa no tenga fin
y yo no deje de verla.

Despacio, intensamente,
como llega la noche,
como saben tus besos
como amanece.

domingo, 1 de diciembre de 2019

LEYENDAS DE PASIÓN







Anoche estuve viendo la película "Leyendas de pasión", protagonizada por actores de reconocida solvencia como Brad Pitt, Anthony Hopkins, Aidan Quinn, Julia Ormond..., que ha pasado más bien desapercibida para el gran público, siendo como es una grandísima cinta. Tal vez fuera el título original el que escondió su grandeza, pues traducido sería "Leyendas de la cascada", un título ridículo.
En esencia,la película narra las vicisitudes de una familia en el periodo comprendido entre el inicio de la 1ª Guerra Mundial y los años 30. La familia está compuesta por el padre ( Anthony Hopkins) y tres hermanos (Brad Pitt, Aidan Quinn y Henry Thomas), Tristán, Alfred y Samuel respectivamente. Y un quinto personaje esencial en la película, la novia de Samuel (el menor de los hermanos), Susana, interpretada por Julia Ormond, de la que los dos hermanos de Samuel se enamoran, pero ella se enamora de Tristán. Fue cuando Samuel muere en la Guerra cuando cambia todo, lo trastoca todo en la familia. Pero a pesar de que Tristán y Susana están enamorados el uno del otro, finalmente ella se casa con Alfred, que se culpa por la muerte de su hermano Samuel y reniega de Dios y de todo.
Me he entretenido en contaros todo esto porque me interesa destacar que, a pesar de que el hermano mayor, Alfred, lleva una vida ordenada, el favorito de la familia es Tristán, que es todo lo contrario, es impulsivo, apasionado, no respeta normas ni divinas ni humanas... Y hay una escena, ya casi al final de la película, en la que Alfred, con gran amargura, le dice a su hermano Tristán: "Siempre he respetado las leyes divinas y humanas, sin embargo tú nos has respetado ninguna. Aun así, siempre has sido más amado que yo por mamá, por papa y por Samuel, incluso por mi mujer".
Es impactante la crudeza con que el hermano mayor le confiesa al hermano menor su amargura por no ser merecedor del amor de su familia, ni siquiera del de su mujer, a pesar de haber respetado las leyes divinas y las humanas. Confesión que, finalmente, le hace reflexionar y cambia su vida.
Si tenéis oportunidad de verla, no os la perdáis.
Feliz domingo. el primero del último.

lunes, 18 de noviembre de 2019

PARA PREOCUPARSE










¡Pero si yo no quiero hablar de política! Si a mí lo que me gusta es la poesía, la literatura, la música, la pintura... Y sin embargo la política, que no me gusta, es lo que más me preocupa. Esta es precisamente la prueba de que nuestros políticos no están haciendo bien las cosas, pues si las hicieran bien esta preocupación mía, que presumo también  vuestra, no existiría.
Nosotros votamos a nuestros políticos para que gobiernen bien y resuelvan los problemas que tiene nuestra sociedad, problemas que son políticos, sociales y económicos fundamentalmente. Y no votamos a aquellos de los que sabemos que, no solo no los van a resolver, sino que los van a agravar. Pues acordaros de Aznar, acordaros de Zapatero, el uno nos metió en una guerra en la que no pintábamos nada y nos costo el mayor atentado terrorista de nuestra historia, y el otro nos trajo una ruina económica espantosa y alentó el secesionismo de los separatistas catalanes.
A ello hay que unir una corrupción galopante tanto del PP como del PSOE que sonroja, entristece y enfurece. Todo ello acaba con el bipartidismo y surgen dos partidos nuevos, Podemos en Madrid y Ciudadanos en Cataluña.
¿Y qué hemos conseguido? Que el voto se disperse y los grandes partidos dependan, para gobernar, de los pequeños y los gobiernos sean más débiles.  Y hete aquí que quien más provecho ha sacado de esta situación han sido los partidos nacionalistas, a los que se les ha ido dando cada vez más dinero y competencias para contar con sus votos. No podía desaprovechar esta coyuntura el separatismo catalán, que ha echado un órdago a la grande al Estado llegando a declarar la independencia de Cataluña, nada más y nada menos.
Es decir, que en lugar de resolver problemas, nuestros políticos los han agravado. Y ahora nos encontramos con que el PSOE tiene que gobernar con quien siempre ha menospreciado, Podemos, un partido de ideología comunista totalitaria, y dependa de los votos de los separatistas para formar gobierno. Por si fuera poco, Ciudadanos, un partido de centro imprescindible para la estabilidad política y que era quien en Cataluña le cantaba las verdades al separatismo, casi desaparece de la escena política por los errores de su líder, y sin embargo emerge otro, VOX, que se sitúa en las antípodas de aquel y ofrece soluciones radicales. ¿No queríais arroz? Tomad dos tazas.
¿Es para preocuparse o no es para preocuparse?
Ahí lo dejo, aunque podría continuar.

martes, 12 de noviembre de 2019

UNA JUGADA MAESTRA









No está nada mal lo que ha conseguido Pedro Sánchez. Como no pudo, porque no tocaba, pactar con Pablo Iglesias, forzó una nuevas elecciones que, pese a haberse dejado tres escaños en el camino, esta vez sí, le ha permitido el pacto con la izquierda radical sin mojigangas teatrales y sin declaraciones para la galería. En una jornada y por sorpresa.
Item más: ha conseguido, valiéndose del error estratégico de Albert Rivera, que Ciudadanos quede reducido a su mínima expresión y aquel dimita, quitándose de encima un rival que, sin duda alguna, es más patriota, mejor persona, mejor político y más honesto que él.
Por si fuera poco, ha propiciado que VOX se alzara como la tercera fuerza política, la excusa perfecta para llamar a arrebato a la izquierda que tendrá, a partir de ahora, el enemigo perfecto a quien combatir y culpar de todos los males y aglutinar a toda la izquierda y sus adláteres, que se precipitarán a negociar con él y formar gobierno.
Y la derecha, que si hubiera concurrido unida o en coalición hubiese ganado las elecciones, Ribera no hubiese dimitido y VOX estaría donde estaba, no ha sabido ver la jugada maestra del inquilino de la Moncloa, un auténtico Maquiavelo. Torpes más que torpes.
En resumen, que quien tenía que haber dimitido es Pedro Sánchez y en cambio se dispone a gobernar España los próximos cuatro años.
Honrado no será, pero listo es un rato.

miércoles, 6 de noviembre de 2019

EL ÚLTIMO DEBATE






Tomando como paradigma lo que está pasando en Cataluña, donde la manipulación política, histórica y cultural ha creado una realidad falsificada, es decir, un mundo aparte sustentado por la mentira, en el que viven y conviven tristemente los descerebrados del separatismo, me pregunto qué mundos defendían la otra noche los cabezas de lista de los políticos que participaron en el último debate. Porque si algo podemos decir con certeza es que ellos no fueron al plató televisivo a decir la verdad, fueron a ganarse el voto de los ciudadanos, por tanto, a ocultarle verdad, solo dijeron la verdad que les interesaba, o sea, aquella que perjudicaba al rival, pero callaron y soslayaron la verdad que les perjudicaba a ellos. ¡Pero si todos la sabemos! 

   Desde mi punto de vista los más honestos fueron Abascal e Iglesias, que no ocultaron lo que son, el primero no tuvo que decir que representa a la derecha más derecha de España para que lo entendiéramos (yo no vi en él al fascista que otros sí ven), y el segundo no tuvo empacho en decir que él representa la ideología comunista, algo que ya sabíamos, pero que lo dijera aclara muchas cosas, entre otras que representa a una ideología totalitaria. De ello debe de ser consciente, como Abascal debe de saber que su ideología entronca con una forma autoritaria de hacer política. Ambos,pues, en ese aspecto fueron honestos. 


  Pero quede claro, que exista Iglesias y Abascal se debe, fundamentalmente, a que PP y PSOE, el bipartidismo reinante, no solo han robado a manos llenas, sino que para poder gobernar han necesitado de los partidos nacionalistas-separatistas, es decir, de partidos que desprecian a España, la odian y la atacan, atacan su historia, su cultura, su lengua..., atacan a sus instituciones y a sus gentes. Es decir, han formado parte,como cómplices o encubridores, de la manipulación que el separatismo catalán ha desarrollado y desarrolla en Cataluña,  que nos ha llevado a una situación que, ahora, esos mismos partidos, no saben ni se ponen de acuerdo como solucionar. 


Es decir, no solo nos han robado, sino que nos han estafado, no han tenido en cuenta los intereses de España como nación soberana y los de los españoles como ciudadanos con derecho a ser iguales y disfrutar de los mismos derechos de los que disfrutan quienes se han valido de leyes injustas y políticos corruptos, han tenido en cuenta solo los propios, los de su partido.


   Y lo peor es que no se atisba ningún cambio de postura, pues está claro que el PSOE volverá a pactar con los separatistas y sus adláteres, cuando si fuera coherente con quien debería hacerlo es con el PP, pero ninguno de los dos contempla esta posibilidad ni de lejos. Y lo malo es que Ciudadanos ha perdido fuelle por los errores cometidos y no va a ser decisivo para sumar.


Así que tiene razón Pérez Reverte, tenemos a los políticos que nos merecemos porque somos como somos, nos roban, nos estafan, nos engañan y los seguimos votando. Nos obligan a vivir en un mundo sustentado por la mentira. La diferencia con el que viven los separatistas es que ellos no lo saben y nosotros sí. 


  Solo nos falta poner el champán en el frigo para celebrarlo. 

sábado, 2 de noviembre de 2019

IDEAS Y HECHOS






Hay algo que quiero dejar claro respecto a mí.

Muchos de los amigos con los que yo me relacionaba han dejado de frecuentarme porque, llegado el momento, no hemos coincidido en el debate de las ideas. Y ya ni me saludan. Esto es triste porque a todos ellos les tenía un afecto especial que, por la falta de relación entre nosotros, se ha ido enfriando. Detrás de esta lamentable situación está la ideología, que separa a hermanos, separa a familias, separa a amigos y, en definitiva, divide a la sociedad en buenos y malos. Esta realidad, este aspecto indeseable que apareja abrazar una ideología es la que yo no puedo compartir. Para mí no importa lo que pensemos o lo que creamos,lo que verdaderamente importa es lo que hagamos, esto es lo que nos define, nuestros hechos, no nuestras ideas.
La ideología,para aquellos que no lo tengan claro, es un conjunto de doctrinas más o menos ajustadas a una realidad que adolecen de un grave defecto: son erróneas, y se ponen al servicio de los intereses de una clase contra otra. Es decir, que el interés central de una ideología es identificar contra quién se va a utilizar, identificar al enemigo, en una palabra, para una vez identificado atacarle por todos los flancos para vencerlo y destruirlo. Esto es lo que ha hecho, por ejemplo, el marxismo en aquellos países en los que se ha impuesto y lo que sigue haciendo ahora de manera sistemática. Y lo que hizo el nazismo hasta que fue derrotado. Pero los marxistas no se avergüenzan de ello, los seguidores de esta para mí errónea ideología, como ha demostrado la realidad, no solo no se avergüenzan sino que se jactan de odiar y desear la destrucción de la ideología que se opone a la suya. Que es lo que hacen todas las ideologías extremistas con resultados catastróficos.
Queda demostrado,pues, que la ideología margina a la razón, la nubla, ya no se trata de combatir a la ideología enemiga porque sea injusta, se trata de seguir combatiéndola como coartada para participar en el reparto del pastel político, y si se presenta la ocasión, apoderare de él por completo y solo ellos participen de él. Estos son los hechos,que son los que verdaderamente importan.
Yo no puedo entrar en este juego que, en esencia, es perverso. Para mí lo que importa es que todos, independientemente de lo que pensemos o creamos, tengamos una idea clara que nos una a todos: la idea de que todos navegamos en el mismo barco, y que si dejamos que se hunda por el odio que una ideología le profesa a la otra, nos hundimos todos. Fue el odio el que provocó nuestra última Guerra Civil que tanto daño nos ha hecho a todos y nos sigue dañando porque ese odio sigue ahí larvado, se manifiesta de manera clara en lo que hacen y dicen unos y otros: la Ley de Memoria Histórica es un vivo ejemplo de ello, que se este cuestionando la Transición Española, que es la mayor aportación histórica que ha hecho la clase política española por la reconciliación y que tan positiva ha resultado para España, es otra buena prueba de lo que digo.
Por tanto, reniego de cualquier ideología concebida para enfrentar a media España contra la otra media. En España cabemos todos, y si aquellos que, animados por el odio que atesoran no respetan nada, ni siquiera su unidad, no son patriotas, no son buenas personas, tengo que decirlo así porque para mí una persona que odia a otras no es buena persona. Pero es que, además, el odio es irracional y cuando la razón desaparece de la conciencia para actuar conforme a las doctrinas ideológicas, la tragedia, antes o después, está servida.
Ya lo sabéis. Aquellos amigos y amigas que se han alejado de mí porque su pensar no coincide con el mío, les reprocho que le concedan más importancia a una ideología que a la amistad. Yo no valoro a las personas por la ideología que profesen, las valoro por sus hechos.

miércoles, 30 de octubre de 2019

DECLARACIÓN DE AMOR.





Hoy toca DECLARACIÓN DE AMOR. Es que no veo por aquí ninguna. Es algo cursi, pero el amor puede con todo:

  Tres minutos, este es tiempo que me ha dado el destino para enamorar a la mujer de mis sueños. Tres minutos antes de que se ponga el sol y las sombras invadan mi vida, tres minutos que separan mi felicidad de mi desventura. ¿Dónde encuentro las palabras que obren el milagro de abrir su corazón al amor en tres minutos si no las he encontrado en veinte años? ¿Dónde hallo la fuerza de convicción que las adorne de poesía si soy un pobre hombre que vive de sus silencios?
   ¡Cómo me gustaría llegar a ti a través de la palabra! De esa palabra que se atasca en mi garganta y se niega a salir.
 ¿Mas dónde las palabras que sean para ti perfume de sueños que abran tu corazón y despierten tu pasión a la mía? Pero ya ves, ni siquiera sé dónde buscarlas, sé que están en mi corazón, pero no sé cómo llegar a él y expresarlas, me faltan caminos para llegar al tuyo y comprender lo que sientes y cómo lo sientes para que mis palabras lo llenen, yo lo único que puedo darte es mi silencio, mi silencio y mi mirada, repletos de deseos sin definir que nacen en mi corazón pletórico de amor por ti. 
    Mírame y verás en ella las palabras que no encuentro, tal vez porque ninguna de ellas supera a mi silencio».


lunes, 28 de octubre de 2019

RAZÓN Y CORAZÓN










¿Que llevas razón?
Eso ya lo sé,
tú no te conformas con menos,
aunque tu corazón no lata,
aunque la vida se pare,
aunque el mar se seque,
aunque el amor se acabe,
aunque sol no se ponga,
aunque la noche sea eterna,
aunque tu sonrisa se apague,
aunque te abandone tu alma
y ya no seas nadie.
En cambio yo, aquí me tienes,
me sobran razones para amarte,
no me conformo con menos,
aunque no sea nadie,
aunque el dolor me venza,
aunque la angustia me mate,
aunque la amargura me hunda,
aunque la pena me rasgue,
aunque la soledad me castigue,
aunque la vida me rapte.
Tienes razón,
pero no puedo dejar de amarte.

viernes, 25 de octubre de 2019

LA INHUMACIÓN





Hubo un momento en que creí, ingenuo de mí, que la Transición Política a la Democracia había conseguido hermanar a esas dos Españas que se enfrentaron el el 36, y que a partir de ahí nos uniría a todos  la gran misión de trabajar por el progreso de esta gran nación que es España.

    Quienes redactaron la Constitución del 78 y los que hicieron posible la Transición política fueron los que militaban en bandos distintos en aquella época oscura y ominosa de nuestra Historia, o sus descendentes directos. Y hoy, los hijos y nietos de aquellos héroes, que fueron capaces de enterrar un pasado que nos dividía y enfrentaba, lo han desenterrado, han vuelto a desenterrar a las dos Españas. Por lo visto no heredaron el espíritu de concordia de sus padres y abuelos, heredaron las ansias de revancha y el odio que colonizó a aquella República, que ni supo evitar la guerra ni supo ganarla.

Ya véis, algo hemos hecho mal. Porque si la inhumación de Franco, enmarcada en la Ley de Memoria Histórica, se hubiera hecho como terapìa social,como un paso necesario para superar nuestro pasado y centrarnos en el futuro, yo la saludaría con esperanza, pero algo se ha vuelto a hacer mal porque parte de la sociedad la ha percibido como un acto de interés político más que social, y la otra como un acto de propaganda que, además, llega tarde.

Seguimos haciendo mal las cosas, ajustar cuentas con el pasado requiere altura de miras y madera de hombres de Estado. Yo no veo ninguna de esas dos cosas por ninguna parte. Mala cosa.

sábado, 5 de octubre de 2019

TONTOS, MÁS QUE TONTOS






Es curioso como uno, sin darse cuenta, a medida que va cumpliendo años, modifica la visión de las cosas. Yo, por ejemplo, con veinte años, pensaba que todos eran más inteligentes que yo. Y hoy, desde mi jubilación jubilosa, pienso todo lo contrario, que todos son más tontos que yo.
Está claro, pues, que se ha producido un cambio sustancial, pero en el fondo no ha cambiado nada, pues tanto antes como ahora lo que pensaba y lo que pienso no se corresponde con la realidad. Lo que ha cambiado es que ahora tengo más experiencia que antes y sé que todos pensamos lo mismo, todos creemos que los demás son tontos y nosotros somos muy listos. Tanto antes como ahora. Esc decir, que no nos soportamos. 
Esto, llevado al extremo, puede convertir a cualquiera que no sepa separar al trigo de la paja, en un supremacista peligroso. El ejemplo más claro y cercano lo tenemos en Cataluña, donde los independentistas están convencidos de que todos los españoles somos tontos y ellos son muy listos, por eso ellos se tienen como los verdaderos catalanes, y los otros, los que no piensan como ellos, son catalanes pero menos, porque son tontos.
Lo mismo cabe decir de los llamados "progresistas", los que profesan una ideología de izquierdas, que piensan sin pudor que los que votan derecha son tontos, pero es que los de ideología contraria piensan lo mismo, que los que votan a las izquierdas no tienen dos dedos de frente. Es lo que hay
Ya veis lo fácil que es que alguien interesado te convenza de que eres más listo que tu vecino, porque es eso precisamente lo que piensa de él. Y como lo que ocurre es que eres verdaderamente tonto, te lo crees. Que es precisamente lo que busca el "listo" que te dice que tu vecino es tonto,  o que ser de izquierdas es más inteligente que ser de derechas..
¿Somo estúpidos o no somos estupìdos los humanos?

miércoles, 2 de octubre de 2019

MEJORAR EL MUNDO







No esperéis que los políticos mejoren el mundo, ellos solo pìensan en sí mismos, son tan cínicos como egoístas, no hay más que escucharlos cuando hablan. ¿Alguien espera que un nacionalista arregle los problemas del mundo? ¡Pero si además de cínicos y egoístas son excluyentes y supremacistas! Solo puede entenderse que haya independentistas inteligentes desde el odio. De otra manera no.

Lo mismo cabe decir de todos esos movimientos que basan su discurso en ir "en contra de..." Contra los toros, contra la caza, contra el consumo de carne, contra los gallos porque violan a las gallinas... Cinismo puro. Es decir, la sociedad ha de soportar que gente a los que no les gustan los toros, trate de imponer su voluntad de que se prohiban a los sí les gustan. Alegan que constituyen un espectaculo cruento en el que se tortura al toro. Sin embargo, los de la parte contraria argumentan que donde aquellos ven tortura ellos ven arte. Por lo tanto, por ese camino no vamos a ninguna parte. Se haría necesario encontrar un tercer concepto que resuelva la polémica. Pero hasta ahora nadie lo ha encontrado, así que la única manera que tienen los antitaurinos de acabar con las corridas de toros es que el poder político las prohíba. Pero prohibir no es la solución, ya que si de prohibir se trata habría que prohibir muchas cosas, sin ir más lejos el aborto, que es un mal se mire por donde se mire.

Así que lo que el mundo necesita son personas que sueñen con cosas que nunca existieron. ¿Comprendéis ahora por qué los políticos nunca podrán arreglar al mundo? Ellos están entregados a la tarea de desprestigiar a sus rivales políticos y a mantenerse en el poder al precio que sea o a conseguirlo. ¿Vosotros creéis que un político como Torra estaría en el poder si existiera lo que se llama decencia política? Salvando las distancias, lo mismo cabría decir de Sánchez, que además de plagiar su tesis ha sido incapaz de pactar un gobierno estable. Tampoco se salva Rivera, que por ambición personal ha visto como pesos pesados de su formación lo han abandonado y ha perdido crédito, lo cual que va a perder peso político. Un político no puede basar su renuencia a pactar con Sánchez, o este a pactar con Rivera porque no se caen bien. ¿Qué broma es esa? De Casado para qué hablar, arrastra el estigma de la corrupción de su partido y cuando gobernaba Rajoy fue incapaz de impedir el referendum ilegal en Cataluña. De Iglesias no vale la pena ni hablar, sus recetas para mejorar este mundo es acabar con los ricos, como si ello fuera la panacea para instalar un paraíso en la tierra. Eso sí, él se ha hecho el suyo particular.

Ahora el problema es a quién votar en las próximas elecciones. Estamos huérfanos, os lo digo de verdad. Es para cabrearse y salir a la calle y decir hasta aquí hemos llegado, estamos hasta la constelación de Orión de tanto inútil.

Sí, necesitamos de hombres decentes que sueñen.

viernes, 13 de septiembre de 2019

SOBRE DIOS










   Hoy voy a hablar de Dios. De Dios hay que hablar de vez en cuando, en cualquier momento, sin que venga a cuento, porque puede que de repente te ocurra algo que no  esperas, una desgracia, Dios no lo quiera,  y eleves tu pensamiento a Dios pidiendo su protección sin darte cuenta. 

   Que Dios no existe es algo que dice tener claro muchísima gente, tanto de izquierdas como de derechas -de izquierdas bastantes más-,  del centro y la periferia.

   Sin embargo, hay también muchísima gente de izquierdas, derechas,  centro y la periferia que dicen creer en él.

  Por tanto, lo que pone de manifiesto esta creencia es que por mucho que se esfuerce la ciencia en decirnos que Dios no existe, hay cosas que se le escapan a la ciencia. Es decir, no todo lo explica la ciencia, una afirmación que los propios científicos avalan. Aunque es verdad que científicamente nada sabemos de él, por eso es una creencia.  No obstante, cuando la ciencia explique qué es el Universo, cómo nació, qué lo causó y por qué, o lo que es lo mismo, qué hizo posible que surgiera, y veamos que surgió por generación espontánea, podrá decir si existe Dios o no. Mientras tanto, hay que seguir buscándolo porque lo de la generación espontánea no cuela. 

Todos estaréis de acuerdo conmigo en que Dios es un invento del hombre, un producto de su imaginación, de sus sueños, de sus necesidades y sus miedos. Un desesperado intento por darle sentido a la vida. Y buscándole sentido a la vida, ha reparado en que la materia ha llegado a tal punto de organización que ha adquirido conciencia de su existencia y se pregunta por sí misma. Y desde esa posición pensante, no solo inventa a Dios, sino que aspira a convertirse en dios y ser inmortal. ¿Cómo se explica esto?
     
   Si no hubiera sido por la imaginación del hombre todos los adelantos científicos y tecnológicos de los que disfrutamos hoy, que en su día se antojaban meras utopías cuando no quimeras, no existirían. Y si esto es así, y lo es ¿quién nos dice que no acabaremos por descubrir que Dios no solo existe en nuestra imaginación sino también en la realidad? 

  En ellos estamos. 

miércoles, 7 de agosto de 2019

CARTA A PEDRO SÁNCHEZ









Querido Presidente: 

   Lo de querido no se lo tome usted al pie de la letra, es simple fórmula de cortesía, aunque  me gustaría que  no fuera así.  

   Empezaré por decirle que no me fío de usted. No me inspira usted confianza, no emana de usted ese carisma que, por ejemplo, si tenía su compañero de partido Felipe González, al que yo voté porque vi en él al hombre que transformaría España.  Luego me decepcionó, pero esa es otra historia. Lo importante es que él tenía un sentido de estado del que usted, a juzgar por sus hechos, carece. Cuando debería ser al revés, pues seguro que usted ha disfrutado de mayores oportunidades educativas que él y conoce la Historia de España mejor que él. De hecho su tesis doctoral es todo un prodigio de originalidad.

    Le escribo porque la situación por la que ahora mismo atraviesa España no es para tomárselo a broma,  y si debo juzgarla teniendo en cuenta su trayectoria no encuentro ningún motivo para el optimismo. Pensaba yo, ingenuo de mí,  que llevaría usted  a cabo una política de acercamiento y entendimiento con los partidos a los que preocupa, real y concienzudamente,  todo lo que está pasando y lo que pasará,  no los sillones que puedan ocupar. Sin embargo ha hecho todo lo contrario, se ha acercado usted a aquellos a los que preocupa que España marche bien y harán todo lo que esté en su mano para que marche mal. Pues para ellos la consigna es “cuanto peor, mejor”.

    ¿Quiere que le recuerde alguno de esos problemas? Pues verá, son los siguientes: 1.- Políticos, el hecho de que usted aún esté en funciones es un problema que es fiel reflejo de una crisis institucional preocupante, pero a lo que se ve a usted le ha cogido con el paso cambiado, pues trata de encontrar su solución donde interesa que no se encuentre y si se encuentra no sea la que beneficia a España sino a ellos.  2.- Problemas territoriales,  ahí  tiene usted a los secesionistas catalanes afirmando sin pudor que pretenden acabar con España, y amenazan con paralizar Cataluña si  condenan a los que se alzaron contra el orden constitucional de nuestro país en un claro caso de rebelión; sin embargo el Estado pareciera que no se atreve a pararlos cuando hay serias razones para hacerlo. ¿No será que usted mira para otro lado   porque necesita sus votos? 3.- Problemas de convivencia, no solo en Cataluña auspiciados y aplaudidos por el señor Torra, a quien usted recibió en la Moncloa con un lazo amarillo en la solapa como si fuera su igual, también en las Vascongadas, donde los filoetarras homenajean a los asesinos excarcelados impunemente, escrachean a los políticos nacionales sin que pase nada y agreden a Guardias Civiles y a sus novias en los bares. Y en las Islas Baleares, siguiendo la estela de los estrategas del separatismo, se adoctrina en las escuelas y en los institutos y se está arrinconando a nuestro idioma sin que nadie haga nada. 4.- Problemas económicos, las pensiones, sin ir más lejos, no están garantizadas, la caja de la Seguridad Social está vacía, hay una crisis de productividad que viene de lejos, hay un exceso de burocracia por las competencias de las autonomía que rompen la unidad de mercado, el mercado de valores es un caos... 5.- Problemas sociales, hay tres millones de parados y una continua avalancha de inmigrantes africanos que constituyen una bomba de relojería para nuestro país. Pero es que además hay un problema de igualdad, las grandes empresas asfixian a las pequeñas, hay autónomos y falsos autónomos, hay  asalariados con buenos sueldos y otros que trabajan en precario… Todo esto crea un pesimismo emocional que afecta a la confianza en un futuro mejor ¿y sabe lo que eso significa? Claro que lo sabe. Y a lo mejor hasta le interesa que sea así, para que crezca el descontento. Y tenemos el problema de la deuda, señor Sánchez, que estamos endeudados hasta las cejas. Y un déficit galopante.   6.- Problemas educativos, no se está educando bien a nuestros niños y a nuestro jóvenes,  y nuestras universidades no aparecen en ningún ranking mundial de excelencia, y si alguna lo hace aparece en la cola. 7.-  Problemas medioambientales, la UE nos ha denunciado por la contaminación que hay en nuestras ciudades… ¿Quiere que siga? Mejor lo dejamos aquí, no quiero abrumarlo.

  Los problemas expuestos son lo suficiente graves como para acometer su solución urgentemente. Y usted lo sabe. Sin embargo no parece que le preocupen demasiado, al menos no lo demuestra usted ni se deduce de su labor institucional. Lo que a usted realmente le preocupa es conservar el poder,  su máxima preocupación. Su prioridad. Es esta actitud suya tan narcisista la que lo ha alejado de cualquier tipo de entendimiento con los partidos que están a su derecha, pues han visto en usted a un farsante, a un político de postureo que hoy dice una cosa y mañana hace la contraria.   Justificadamente además, pues no es serio que pacte usted con los enemigos de España para ser investido Presidente y al mismo tiempo le pida a la oposición que le echen una mano absteniéndose. ¿Considera usted que esto es serio? ¿La negociación que ha mantenido con el partido de Pablo Iglesias ha sido seria? No lo ha sido, señor Sánchez, toda España pendiente de esa negociación mientras usted y el jugaban al escondite. Si usted sabía desde el principio que no podía haber acuerdo. Si a esta gente los problemas que le he mencionado les importan un carajo, ellos lo que ambicionan es ocupar parcelas de poder para minar los cimientos de nuestra democracia y acabar con la idea de España, a la que detestan.  A ellos lo que realmente les preocupa es que España sea un país respetado, próspero y pujante, que ocupemos un lugar de privilegio en el mundo, que la Monarquía sea aceptada por la inmensa mayoría de los españoles, que seamos una democracia consolidada, que seamos una nación con una historia que muy pocos países pueden esgrimir, que hayamos sobrevivido a la Leyenda Negra y hayamos derrotado al comunismo, todo lo cual convierte a España en una nación de prestigio en el mundo. Esto a ellos les repatea, pues  la quieren débil y dividida.    ¡Mira que ofrecerle a Irene Montero una Vicepresidencia! Una mujer en cuyo currículo no aparece que haya trabajado nunca y que a los 15 años se afilió a las Juventudes Comunistas, de la que sabe usted que no lo va a obedecer, que seguirá las directrices de su insigne marido.  Lo mismo que ha hecho con los filoetarras para gobernar en Navarra y con los secesionistas para ser investido. ¿Comprende ahora por qué le digo que no es usted de fiar? ¿Cómo va usted a gobernar con gente así si es de lo más sectario que ha parido madre y los intereses de España son contrarios a los suyos?

   Solo espero que tenga usted el suficiente sentido común como para no volver a sentarse a negociar con ellos,  no solo porque sería malo, muy malo para España, sino porque cavaría usted su propia tumba política. Lo malo es que ya no va a poder negociar con la derecha. Así que está usted abocado a convocar nuevas elecciones, y esto, que siendo malo es lo menos malo para España, lo ha provocado su ambición de poder, o dicho de otro modo, el haber antepuesto su interés personal al general,  y ahora se encuentra en un callejón sin salida. No de otra forma se entiende que insista usted en que la derecha le facilite la investidura después de haber hecho lo que ha hecho.  Es usted una mala apuesta señor Presidente. La solución a los problemas de España no está a su izquierda, sino a su derecha. Sin embargo,  ha insistido usted en encontrarla en la izquierda. Ha equivocado usted la dirección, señor Sánchez.  No creo que sea usted el hombre de estado que España necesita para abrir esa puerta. Seguro que aún resuenan en sus oídos lo de “¡con Ciudadanos no!” la noche electoral. Eso es odio, señor Sánchez, y desde el odio no se puede gobernar un país. Fue el odio es que nos condujo a la tragedia de la Guerra Civil.

  ¿Sabe usted lo que yo haría si me hallara en la misma tesitura en la que se encuentra? Ser honrado, admitir que me he equivocado, que he cometido  errores de bulto impropios de quien aspira a regir los destinos de España. A tal fin  convocaría un pleno en las Cortes Generales para explicarlo todo y expondría la situación de manera clara, concreta y concisa. Pediría a la derecha iniciar negociaciones serias  para llegar a un pacto de Estado y abordar los problemas que nos aquejan.  Y si el pacto no es posible, convocar nuevas elecciones. Esto sería actuar con sentido de Estado, señor Sánchez.
   Esto o echarse a un lado y que el Rey nombre otro candidato, de su propio partido o de otro, que intente la investidura con más garantías que usted.  Atrévase a ser grande, señor Sánchez, porque hasta ahora  todo lo que ha hecho es propio de un enano.  ¿O es que padece usted de mal de altura?
   No le entretengo más, seguro que tiene usted asuntos personales que atender. Solo una última cosa: séale usted infiel a su palabra, a sus socios, a sus promesas, a lo que usted quiera si ello le aporta beneficio a usted y a su partido, pero nunca le sea infiel a España, no imite usted a su compañero de partido de infausto recuerdo, ese que  responde al nombre de Zapatero. Sería trágico que lo hiciera.

   Con mis mejores deseos en este día 7 de agosto de 2019, onomástica de San cayetano, patrón de mi pueblo y padre de la providencia. 
  
     

 

domingo, 23 de junio de 2019

ENCUENTRO CON EL PASADO




     




    

   ¿Cuánto tiempo había pasado? Mucho, más del que  estaba dispuesta a recordar.   

   El día amaneció con una niebla fría y espesa que acentuaba la nostalgia de mis recuerdos.  Me levanto con el valor embargado. Ella intuía mis dudas mejor que yo las suyas. No obstante, si algo iluminaba su alma y la mía era el sol de nuestra complicidad, un juego implícito, a la vez inquietante y sereno, que dejaba su huella bajo la piel trémula de nuestros cuerpos desnudos, que se entregaban, reprimidos y cautelosos,  a la llamada de nuestro deseo.

   Descorro las cortinas de la habitación que dejan entrar una luz vencida que acuchilla mis cavilaciones. Consigue distraerme, pero a la vez alimenta mi propósito de ir a verla. Sí, quizás hoy lo haga. Hace años que  no dejo de pensarlo. Me aliaré  con el luto del día para hacerlo.  

  Me dirijo a la cocina con ella en mi pensamiento. Enciendo el gas y pongo una cafetera a calentar. La rutina de todos los días que me permite maniobrar mientras le doy vueltas  a mi idea. En pijama y  bata, unas zapatillas negras y legañas aún en los ojos,  me preparo el desayuno. No dejo de imaginar el momento del encuentro. Y mientras lo hago se me eriza la piel, como entonces, cuando  lo prohibido era la identidad del tiempo.

   Entretanto, la mortecina luz que ilumina la estancia desafía  mis recuerdos. Pero mi empeño persiste, he de ir a verla. Sé de su orgullo y de ese empeño suyo en evadirse de la cruda realidad, que se empeña en desafiar la suya. Ella tenía que saberlo aunque prefiriera estar atada al vacío de su existencia. El paso del tiempo, su cama vacía, sus recuerdos fríos, sus noches eternas… Luego, el amanecer diario que la devolvía a su desdén de mujer herida, pero su almohada delataba en sus ribetes el rocío de su vigilia.  

   Aunque ella sabe que la verdad no es más que un juguete frágil en las manos de un niño.

   Antaño, en su plenitud juvenil, se había acostumbrado a vivir sujeta a sus miedos y contradicciones, que nunca imaginó permanentes, cuando se acercaba a la frontera del pecado. Luego, en mis brazos, mis besos fustigaban sus temores y se entregaba a mi lujuria con el frenesí de un dulce castigo. Pero hoy es la muralla que debo franquear. He de  arrodillarme ante ella y pedirle perdón y mirarme en el horizonte de sus ojos, antes ilusionados, hoy vacíos de estrellas. ¿Cómo será hoy su figura? ¿Tal vez una tapia de piedras coronada de yedra? ¿Un rencor acumulado de nieve eterna? Qué importa lo que el tiempo haya hecho de ella, ambas fuimos prisioneras de una soledad sin límites sin darnos cuenta, y del pesado legado de la ausencia.

   Definitivamente demuelo los últimos parapetos de mis miedos y voy hacia ella. Hacia esa mujer que, en mi juventud y la suya, me amó sin saber cómo hacerlo sin miedo, y que hoy, con el tiempo sin tiempo, busca atravesar los empañados cristales de las ventanas de su casa para que el tibio sol del amanecer riegue las  mañanas de su senectud.

    Sin embargo, algo atenazaba nuestro deseo de encontrarnos. Ni ella daba su paso ni yo el mío, presentíamos el miedo. El miedo a mentirnos. Y decidimos ¿vivir?, bajo la zozobra de la duda. Y el paso del tiempo, termita infatigable, fue carcomiendo nuestros cuerpos hasta arruinarlos.

   No sé a lo que me enfrentaré cuando me abra su puerta. No sé lo que diré cuando detrás de ella aparezca su figura encorvada. Tal vez lloremos y nos abracemos en silencio, sin decir nada.  Vivimos aferradas a un amargo pasado en lugar de salvarnos, porque fuimos pasión viva y amor contenido, y silencio, y cada una, en su terreno, construyó su propio castillo de desconfianza  y miedo. Y a eso lo llamamos destino.

   Ahora espero delante de su casa. El goce de entonces es hoy un frío intenso que refleja, en la escarcha de la mañana, el tormento de mi alma.

  En tanto que ella, sin saber quien llama, solo acudirá a la puerta intrigada, ignorando a quién encontrará cuando abra…