domingo, 9 de junio de 2024

DONACIONES

   






Voy a atreverme a opinar sobre un tema que, cada vez que se suscita, genera polémica: se trata de las donaciones, sobre las todo las donaciones que a veces hace Amancio Ortega y que la izquierda rechaza de manera sistemática.

La cuestión de su rechazo es ideológica, de eso no hay duda, pues la donación es de tradición liberal, católica, y conservadora, y se lleva a cabo en muy diversos ámbitos, cosa que no ocurre en los regímenes comunistas, donde el Estado controla y planifica la economía y asigna sus recursos a cada actividad.

Pero ya sabemos lo mal que funciona la economía planificada, causa de la caída de esos regímenes. Eso no quiere decir que haya que ensalzar al capitalismo, un sistema perverso basado en el consumismo que está acabando con los recursos del planeta y con la dignidad humana, debido a que se basa en el lucro personal, por tanto el que dispone de capital es el que más se lucra, y el que no pues lo roba, se corrompe, se vende, trafica con drogas, con armas, nacen las mafias, el crimen organizado... Es lo más parecido a la ley de la selva.

 

Aun así el capitalismo ha generado mayor bienestar social que el comunismo toda la vida. ¿Qué sucede? Que los que aún creen que el comunismo es una buena manera de organizar la sociedad política y económicamente pese a su fracaso no admiten que el capitalismo sea mejor sistema, por tanto atacarán todas sus manifestaciones, y una de ellas es la donación, pues saben que solo los ricos puede donar -ellos no porque no tienen qué donar ni quieren-, y estando en contra de los ricos no van a alabar sus gestos altruistas, pues les quitaría votos. y credibilidad.

De todas formas no todo es bueno en las donaciones, pues hoy día nada de todo aquello en que intervenga el dinero es inocente. Es, digamos, de entre lo malo, lo mejor. Ortega lava su cara, luego puede deducirse el 40 % de su donación, se hace publicidad, no lo da para lo que necesite la administración, lo da para comprar equipos de diagnóstico contra el cáncer sin saber si esa es la necesidad más perentoria o hay otras, luego cabe sospechar que a él le interesa que se destinen a eso ¿por qué? No lo sabemos.

   

Aun así, rechazar de plano la donación no es razonable, pues no solo puede salvar vidas, sino que su rechazo, como he dicho antes, no es racional, sino ideológico. En esta vida nada es puro ni prístino, todo tiene sus impurezas, por tanto lo que debemos hacer es analizar si el hecho beneficia más que perjudica. Es lo que hay. No podemos aspirar a otra cosa. Ni siquiera el amor es puro. .

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