martes, 28 de enero de 2014

MIRE USTED SEÑOR MÁS



   



 Sin ánimo de ofender, antes bien de servir a la verdad, usted y sus compadres deben saber algo que no pueden ignorar:  los españoles no concebimos una España sin Cataluña. Primero porque España sin ella sería muy poca cosa, y segundo, porque Cataluña sin España se quedaría huérfana.  Romper los lazos históricos que durante siglos nos ha mantenido unidos sería una desgracia irreparable que depararía un sufrimiento insoportable para todos, generaría un odio profundo de unos contra otros que degeneraría en rencor y se echaría a perder todo lo que hemos conseguido juntos, todo lo que hemos aprendido unos de otros, todo lo que podríamos seguir haciendo unidos, todo lo que podríamos conseguir  y todo lo que se espera de una convivencia de intercambios mutuos, fructífera y en paz.  Y eso, ni los españoles ni los catalanes biennacidos, lo queremos. Lo de «biennacidos» solo va referido a aquellos que han nacido sin odiar a España, que son los más,  gracias a Dios. 

  Si al menos dijeran usted y sus compadres  la verdad y fueran ustedes honestos, que  en lugar de odio y menosprecio hacia lo español,  en lugar de falsear la historia y manipular la voluntad de los catalanes trataran de hacernos comprender, desde la amistad y el respeto,  las ventajas que para la convivencia tendría la celebración de ese referéndum que exigen, tal vez podríamos entendernos, pero desde la forma en que usted y sus compadres lo están haciendo, desafiando al Estado y a sus instituciones,  dando a entender con su cerrada actitud que a ustedes les importa un pimiento que España se vaya a la mierda con tal de salirse con la suya, como si nuestras razones  les trajeran al fresco   exigiendo un derecho que no les corresponde,  no esperen que los comprendamos ni sintamos por usted y sus compadres ninguna simpatía. Esas no son maneras. Ustedes quieren separase porque han interpretado la historia a su manera, se han creído su propia mentira y sobre esa base aseguran tener identidad propia, incompatible con la española, a la que menosprecian.  

   ¿Usted ha pensado, señor Más, lo que supondría reconocerles  a los ciudadanos de Cataluña un derecho cuyo ejercicio supondría negárselo al resto de ciudadanos españoles?  Seguro que sí lo ha pensado, y seguro que también se ha dicho que si ese derecho les fuera reconocido al resto de españoles Cataluña tendría que renunciar a ese sueño que ustedes alimentan de ser un estado independiente, por eso insisten  ustedes en el “derecho a decidir de los pueblos” al que alude la Carta de la ONU como si Cataluña fuese un país colonizado y estuviesen ustedes oprimidos, cuando en realidad tienen una autonomía política y un desarrollo cultural, social y económico propio de un Estado. ¿Tendría usted el cinismo de mantener ante la Corte Internacional de Justicia que España es una potencia extranjera que está oprimiendo a Cataluña? No creo que llegara usted a tanto, pues en primer lugar Cataluña nunca ha sido un Estado. Pero eso tampoco les importa demasiado, lo importante es que los catalanes han expresado su voluntad de serlo. Eso es verdad, mire usted,  pero en un contexto de falsedad y de mentira, de falsificación de la historia y del incumplimiento de las leyes, ahí están las sentencias del TS que ustedes no respetan.  Qué le parecería si, lo mismo que ustedes reivindican un referéndum  para conocer la voluntad de los catalanes sobre si quieren o no separarse de España, nosotros también lo reivindicáramos  para saber si los españoles quieren o no separarse de Cataluña?  ¿Por qué no tratan ustedes de convencernos de que deberíamos votar a favor de la independencia de Cataluña sobre la base histórica de que han sido oprimidos, esquilmados y aplastados por Madrid? Pero claro, con la verdad, no con las mentiras que ustedes le cuentan a los niños catalanes para que crezcan odiando a España.  

   Las leyes les reconocen su derecho a no sentirse españoles y a proclamarlo en sus arengas ideológicas, en sus programas o donde quieran, lo mismo que le reconocen una serie de derechos que muy pocos tienen en igualdad de condiciones a las suyas, por tanto si las leyes han hecho posible todo eso y le han permitido llegar hasta aquí,  si quieren seguir ustedes conservando tales  derechos tienen  que respetar las leyes que se los reconocen.  Es así. ¿O no?  Y que si no las respetan perderán esos derechos. Por tanto, la única vía que les queda es la de actuar fuera del Derecho para conseguir la independencia, la vía arbetzale. Pero esta vía no es la suya, señor Mas, usted es un burgués que se hizo nacionalista por interés.  

   Pero claro, a estas alturas del partido tienen que seguir adelante con su reto al Estado, hasta conseguir lo que buscan,  y de camino agitar sus consignas separatistas para hacerle daño a la imagen de España y  presentarla  como la causa de todos los males de Cataluña. Una jugada maestra. Por eso niegan que una Cataluña independiente no tendría cabida en Europa, ustedes lo saben, pero lo niegan porque no les interesa que esa idea cale entre en electorado catalán. Lo mismo que niegan que sería una ruina total. Ustedes ocultan la verdad, señor Más.

  Imagino que ya estarán preparando la próxima convocatoria  de elecciones plebiscitarias, pues saben que el Congreso de los Diputados le negarán la transferencia legal para convocar referéndums.  Bueno, están en su derecho, pero cuidado porque puede estrellarse, porque una vez celebradas ¿qué? ¿Qué espera, que sí las ganan usted y sus compadres  por un amplio porcentaje estarán legitimados para declarar la independencia unilateralmente?  En ese caso se habrán situado al margen del Derecho y el Estado actuará en consecuencia. ¿Es consciente de lo que ello puede provocar? ¿Es eso lo que quiere usted para Cataluña con tal de hacerle daño a España? 

   Imagino que estará jugando, o tratando de jugar, sus cartas para obligar al Estado a negociar con usted y que, pase lo que pase, usted ganaría, pues en última instancia tiene ese as en la manga, la de amenazar con declarar unilateralmente la independencia que provocaría el caos, lo cual, mire usted, no me extrañaría, pues a ustedes los separatistas les mueve el corazón, no  la razón. Y ya sabe usted adónde lleva dejarse arrastrar por los sentimientos presididos por el odio.  Pero seguro que no llegan a eso, siempre que le den lo que no le dieron cuando pidió autonomía fiscal, para lo cual habrá que reformar la Constitución, otra cosa que usted y sus compadres quieren, pero no piden, pues sería contradictorio, ¿no? Sin embargo les interesa, pues podrán presionar para que favorezca  sus intereses. 

   Y todo esto, fíjese, porque no podían asumir por las buenas la nefasta gestión política y económica que usted y sus compadres habían llevado a cabo, que desembocó en una crisis económica que lo obligó a recortar el gasto y pedir auxilio al Estado para hacer frente a sus obligaciones de caja, y se sacaron de la manga eso de “España nos roba” para justificar que se habían gastado los dineros en lo que no debían, una falacia más de las muchas que se sacan de la manga para desprestigiar la marca y despertar la animadversión contra ella, pues imagino que habrá caído usted en su propia contradicción al decir “España nos roba”, ¿pues cómo puede España robarse a sí misma? Es más bien al contrario, señor Mas, son ustedes los que roban y se llevan el dinero a Suiza. No creo que deba recordarle cuando llamó usted a Zapatero para que le echara una mano en relación a la investigación y posterior proceso de las cuentas en Liechtenstein y en Suiza de su padre de las que usted era beneficiario, de las que, por cierto, nunca aclaró el origen de ese dinero, o sus relaciones con Prenafreta y Macía Alavedra, condenados por tráfico de influencias, a quienes usted apoyó y que luego, al salir de la cárcel, le agradecieron. O sus relaciones con los Pujol, envueltos en continuos escándalos financieros, el último de los cuales fue el caso Palau y hace poco el de las ITV en el que estaba implicado Oriol Pujol, el Secretario General de su partido, que se vio obligado a dimitir, y el Secretario de su Gobierno, Germá Gordó. O las ayudas que usted concede a empresas donde trabajan familiares suyos, por ejemplo la fundación donde trabaja  su esposa que, fíjese qué casualidad, antes no recibían ni un euro.  En fin, para qué seguir.  Es usted un mentiroso, señor Más. Usted no desea la independencia para Cataluña porque  sabe que nacería arruinada, tendría que salir de Europa y no la reconocería nadie, usted lo que pretende conseguir son prebendas, léase beneficios fiscales, como por ejemplo agencia tributaria propia, esto fue precisamente lo que pidió y como no es posible concedérselo porque le ley no lo permite, ha armado usted, con los compadres de usted, este zafarrancho separatista. Si al final ya ve, todo es cuestión de lo de siempre: de dineros, del vil metal, de “la pela es la pela”, de alguna manera tenía que justificarse usted por haber llevado a Cataluña a la quiebra. Como a todas las empresas por las que ha pasado. 

   Le diré una cosa, el camino que ha elegido usted no lo lleva a ninguna parte, será  su tumba política. Usted, permítame que se lo diga, no tiene derecho a hacer lo que está haciendo, su obligación principal como responsable de su Comunidad es gestionar lo mejor posible los recursos que el Estado pone a su disposición, eso es lo que esperan los ciudadanos de usted, pero en lugar de eso ha malgastado tales recursos y se ha embarcado en una aventura que lo  distrae de sus obligaciones institucionales. Déjese de sueños que más que sueños son ensoñaciones y céntrese en lo suyo, en la gobernanza de su Comunidad, y deje los sueños para los ciudadanos de a pie, esos que esperan de usted que les facilite la vida, no que se la complique.  Y dígaselo también a sus compadres. Se harán y nos harán un favor. Míreselo señor Mas, míreselo, no se puede ir por ahí hablando de la vida de los demás cuando la propia tiene tanto que desear.



No hay comentarios:

Publicar un comentario